miércoles, 15 de mayo de 2013

Gracias a mis maestros (excepto Elizabeth, quien espero que muera lenta y dolorosamente)

Ahora sé que de niño, mis padres hicieron grandes esfuerzos por mi educación, trabajaban mucho, para meternos en escuelas que estaban por encima de nuestro nivel socio-económico-cultural, y ahora que soy padre sé que sufrían por ello, aunque lo hicieron con todo el amor.
Mi papá veía cómo hacer para que no nos sintiéramos menos por no poder pasar nuestras vacaciones en el extranjero como muchos de nuestros amigos, buscaba como conseguirnos los mejores juguetes, al mismo nivel de los demás, así tuviera que conseguir quién se los trajera de EU.
Mi mamá trabajaba muchísimo, de secretaria de la escuela, de transporte de niños, y de cuidadora de los niños de los papás que trabajaban tiempo completo. Conseguía dinero debajo de las piedras cuando no alcanzaba para las colegiaturas…
Así que en este día de los maestros, mi primer agradecimiento es para ellos, que me hicieron quien soy.
El segundo es para mi abuelita Linda, quien por cierto no se llamaba Linda, se llamaba Carmen, pero como mi papá nos molestaba diciendo que era fea, nosotros refutábamos diciendo que era nuestra Abuelita Linda, y así se le quedó, tanto que cuando mis otros primos hablaban de abuelita Carmen, no sabíamos que hablaban de ella… es la persona más buena que he conocido en el mundo, y la extraño mucho, quisiera que siguiera con nosotros y no puedo evitar llorar cuando pienso que no está y que no sabe que hice mi empresa, que tengo una familia y que defiendo a los animales. Ella era mi fan número uno, creo que estaría feliz, no lo está… Ella me enseñó sobre la bondad, el perdón y la humildad.
Mis hermanos me han enseñado grandes cosas, a compartir, a perdonar, a pedir perdón, a aceptar las diferencias, a ser humilde y sé que pase los que pase y haga lo que haga, siempre cuento con ellos.
 
En cuanto a la escuela, tuve grandes maestros, como miss Beverley, a quien debo mi inglés y mi actitud Montessori (que me encanta). En su escuela encontré a mi primer amor, Miss Judy... Ahora mi hijo asistirá a la misma escuela y tendré el doble de agradecimientos para Beverley (aunque Judy ya no esté).
La cosa pierde el tono rosáceo al entrar a la primaria, porque Elizabeth, la miss de inglés, me odiaba por algún enfermo motivo, porque ¿quién puede odiar a un niño de 6 años?, quizá no te caiga bien, pero ¿odiar? Recuerdo que me pisaba con sus tacones, me jalaba el pelo y me daba coscorrones sin razón, no me dejaba salir al baño y hacía que me hiciera en los pantalones, para después decirme cochino y burlarse de mí frente a todos. Aún la odio, porque un maestro tiene el poder de cambiar la vida de los niños, y ella me la cambió, pasaron años para superar eso y aún me duele, porque puedo imaginar a un niño de esa edad abusado por un adulto y no puedo dejar de odiarla, no era una buena persona. Quizá con ello yo aprendí (cuando alcancé la seguridad necesaria) a defender a quienes no pueden hacerlo, y todos los que lastiman indefensos son Miss Elizabeth para mí, quizá a ella le debo parte de lo que soy, así que no le deseo el mal, solo espero que tenga cáncer y muera con mucho dolor :P
Tuve muchos maestros, recuerdo pocos, entre ellos a Hipólito, de 6° de primaria, quien levantó mi autoestima y me hizo quererme de nuevo y confiar en mí, y a algunos de la Universidad, especialmente a Octavio y Javier, quienes una vez me pasaron con un 6, pero hubiera preferido que me hubieran reprobado, porque me dijeron que estaban decepcionados de mi desempeño, que esperaban mucho de mí… que en el mundo había “maderas que no agarraban el barniz” y que decidiera que tipo de madera sería yo…
Y sigo teniendo maestros, mis amigos, mis clientes y proveedores del trabajo, mis trabajadores, mis colaboradores y jefes en la organización, y tanta gente que tengo la fortuna de conocer.
Creo que los profesores son la pieza más importante de la sociedad, deberían ser el foco de atención, nuestros mejores elementos deberían estar enseñando en las escuelas y deberían ser retribuidos como se lo merecen quienes forjan el futuro. Este está en sus manos, habría que escogerlos bien y recompensarlos de igual modo.
Mi deseo para los malos maestros, es que desaparezcan del planeta, gracias a ustedes, el mundo está en crisis.
En cuanto a los buenos, gracias por sus enseñanzas y les deseo felicidades en su día y en toda su vida, ustedes hacen el mundo diferente, gracias a ustedes el mundo no se ha acabado.
 
Pero de todos los maestros, a quien más le deseo suerte es al único maestro que siempre ha estado y estará conmigo, a mi juez más duro y al que haga bien o mal, siempre tiene puesto el ojo en mí:
Yo.
Te pido que me enseñes a aplicar todas las cosas que los demás me enseñan, que seas duro, pero que también comprendas (¡a veces te manchas!). Te ruego que me ayudes a ser el mejor yo que pueda ser, prometo ser un buen alumno y hacer mi mejor esfuerzo.

viernes, 10 de mayo de 2013

¡Felicitaciones a las madres naturales!

Hoy quiero felicitar a las madres, a todas ellas, pero especialmente a aquellas que decidieron hacer lo que una madre debe hacer.

¿Y quién dice que es lo que “debe” hacer una madre?

La naturaleza supongo…

Felicidades a todas las madres que decidieron tener un parto natural, que lograron superar el miedo infundido por la ignorancia colectiva, que dejaron a un lado su comodidad momentánea y soportaron los dolores, para traer a sus hijos conscientes y tomarlos en brazos para no separarse de ellos cuando todo lo que los bebés necesitan es estar pegados a mamá.

Felicidades también a todas las que querían un parto respetado, pero su médico (ese semi-dios del mundo moderno) les dijo que su hijo tenía circular de cordón o que estaban estrechas (WTF?) o cualquier otro pretexto y las obligó a tener una cesárea innecesaria por su comodidad. Y al 10% que en realidad requería una cesárea por emergencia, también muchas felicidades, que bueno que existe la cesárea necesaria, ¡salva vidas!

Felicidades a todas las madres que decidieron amamantar, cosa que a pesar de ser gratuita y natural, parece la contraindicación en nuestra sociedad moderna. Felicidades porque eligieron el sacrificio por el bienestar de sus hijos (que de eso se trata ser madre ¿no?), soportaron dolor, cansancio, desesperación y demás cosas que no puedo imaginar, para que sus bebés tuvieran salud, comida calientita, protección contra enfermedades, consuelo, apego y tantas cosas que no vienen en etiquetas. Felicidades por no sucumbir ante la aparente comodidad de la fórmula láctea (que es carísima e hija de un laboratorio), y no es otra cosa que comodidad (y tranquilidad de conciencia) para la madre (no tiene que lactar, el bebé no morirá de hambre, tiene vitaminas de la A a la Z [jamás comparadas con todo lo que tiene la lecha materna], lo hace dormir la noche entera [¿confiar en un alimento que modifica la naturaleza de tal modo?], etc.). Al 5% de las madres que por causas fisiológicamente verdaderas tampoco pudo dar leche, también felicidades, sé que hubieran querido hacerlo.

Felicidades extra a todas aquellas madres que extendieron su lactancia más allá de los 6 meses “regulares”, que soportaron la presión social de la gente que dice que esa leche ya no sirve (aunque la OMS diga lo contrario), que el bebé tendrá problemas para socializar o dormir, que los senos se les colgarán, que qué asco, etc. Porque buscaron lo mejor para su hijos, no para ustedes.

Felicidades a todas las madres que se dedican o dedicaron a cuidar a sus hijos, porque para eso decidieron tenerlos, no para meterlos en una guardería de 7 a 7 y luego recogerlos para darles “tiempo de calidad”. Quizá dejaron a un lado lo que la sociedad nos enseña como “realización personal” para dedicarse a sus hijos, como si ello no significar realizarse.

También felicidades a todas aquellas madres que debieron salir a ganar el pan para que sus hijos comieran, porque no tenían un padre que lo hiciera, y tuvieron que partirse en 2 para estar con sus hijos y trabajar. (No por comodidad o egoísmo, por necesidad). O a las que estando en casa, emprendieron negocios para ayudar a la economía familiar y seguir realizándose sin abandonar a sus hijos.

Felicidades a todas las madres que se informan, que se preguntan e investigan conceptos, de alimentación, de crianza, de educación, etc.

Felicidades a todas las madres que superaron sus miedos y traumas de infancia, que se liberaron de esposos posesivos, maltratadores, y demás defectos que podemos tener los hombres, para mostrar a sus hijos el valor de la persona, del respeto a uno mismo, porque cuando crezcan tratarán de hacer lo que aprendieron de sus padres.

Felicidades a todas las madres que en ignorancia o no (todos somos ignorantes, es solo que ignoramos diferentes cosas) dan todo lo que pueden para darnos a sus hijos mejores vidas que las que ellas tuvieron, se sacrifican, dan su tiempo, sus noches, su trabajo y todo su cuerpo, mente y corazón por el bienestar y buen desarrollo de sus hijos.

El amor es de quien lo siente, no de quien lo recibe, así que felicidades y gracias a ustedes por tanto amor, son ricas en ello.

Felicidades a mi madre y a la madre de mi hijo, por sacrificarse por sus hijos, porque eso significa ser madre, y no el mal sentido del sacrificio, es una elección no dolorosa, que se hace con todo el amor, y servir es la cosa más satisfactoria y reconfortante del mundo.

Y a todas aquellas mujeres que quieren ser madres y no pueden. Un abrazo con todo mi amor, y espero que lo logren pronto, por parto natural o por parto destinado (adopción). Ustedes ya son madres, es solo que aún no tienen hijos.

Si olvidé incluir a alguna madre en mis felicitaciones, lo siento, pero también felicidades, ojalá que su festival haya estado muy bonito y que les den muchos regalos.

viernes, 8 de marzo de 2013

Reflexión sobre el Día Internacional de la Mujer

Pensando en el Día internacional de la mujer, reflexiono en los motivos que tienen para celebrar…  
  • Su situación laboral sigue siendo peor que la de los hombres.
  • Sufren discriminación sexual.
  • Son aún vistas como objetos por muchos hombres.
  • Es común que sean sometidas por los machos.
  • Menstrúan.
  • Se embarazan*.
  • Son juzgadas con una escala de valores mucho más dura que la de los hombres.
  • Tienen que ser supermujeres (que trabajan, hacen la casa, cocinan, son buenas esposas y madres).
Personalmente, si fuera mujer no celebraría este día, ni felicitaría al resto de las mujeres, tampoco permitiría que un hombre me felicitara mientras ser mujer significara todas estas cosas.
Creo que fuera del embarazo y la menstruación, el resto de las “realidades” son impuestas, consciente o inconscientemente por la sociedad y aceptadas como status quo.  Aquella mujer que trate de cambiar esos paradigmas termina siendo juzgada, hasta por las mismas mujeres…
Este día celebra los logros que las mujeres han obtenido en aras de la igualdad (¿hay que celebrar algo que debería ser "de facto"?), pero que en una escala de "ser consideradas inferiores" a "ser consideradas iguales" siguen siendo insuficientes. ¿Hay razón para felicitarse por haber obtenido menos de lo que les es propio por naturaleza?
Hace muchos años las mujeres vivían en comunidades, en donde se apoyaban, en donde el hombre era el proveedor y el compañero, y quizá llegó a ser más poderoso por la fuerza, pero cada quien tenía su rol y uno sin el otro no estaba completo. Y no me refiero a una relación de pareja, hablo de una relación de géneros. Los hijos y las labores eran de toda la comunidad, así que no había necesidad de ser supermujeres, todos tenían una labor importante en la sociedad, los hombres cazaban, sembraban, construían, etc, y las mujeres cuidaban a los niños, o cosechaban, o recolectaban, cocinaban, confeccionaban vestimentas, curaban, o hasta cazaban y construían, pero todas se ayudaban, unas se encargaban de unas cosas y las demás de las otras. Y en el camino convivían y disfrutaban, seguramente les quedaba tiempo para ellas, siendo esto lo que les tocara o escogieran ser.
En la actualidad tenemos la oportunidad de escoger, lo cual no significa que tengamos verdadera libertad para hacerlo**,  pero sea como sea, las mujeres están en graves problemas, viven aisladas, con roles impuestos, tratando de parecerse a los hombres, sin ser siquiera esto una verdadera elección en todos los casos, a veces solo por competir, por ser “iguales”, pero sin dejar de ser las supermujeres, y en muchos de los casos, dejando de ser mujeres, dejando de ser quienes son para convertirse en lo que creen que deberían ser.
Una madre que se queda en casa a cuidar de los bebés es mal vista, etiquetada como “simple ama de casa” en el sentido más despectivo que pueda usarse, una mujer que no se realiza, que ha dejado de ser ella para dedicarse a su casa y a sus hijos (cosa que debería ser una elección tan válida como todas ¡y que es un trabajal!). Una mujer que tiene hijos y sale a trabajar de 7 a 7 es considerada una mujer trabajadora, que se ama, y es cierto, pero ¿es una madre?, ¿no están las madres con sus hijos?. Y no es que sean malas madres, o que no amen a sus hijos, es la sociedad que ha orillado a la mujer a perder su valor, su libertad para elegir, aunque crean que eligen.
Creo que la fuerza del sexo femenino radica en la comunidad, aunque en la actualidad todo está dispuesto para evitar que esta sea posible, se les ha separado, se les han impuesto valores, se les ha menospreciado y separadas no podrán hacer nada por cambiarlo, porque intentan competir en el terreno de los hombres, y NO LO SON, son mujeres y como tales son maravillosas.
Cuando las mujeres dejen de querer ser iguales a los hombres y entiendan que la colaboración femenina es su fortaleza, el hombre dejará de ser el sexo dominante y podremos aspirar a un equilibrio, pero sobre todo, aspiraremos al respeto, porque en estos tiempos la fuerza bruta que antes hizo dominar al hombre, ya no es importante, solo la usan los cavernícolas que piensan que para dominar a una mujer deben someterla a base de fuerza y humillación, el resto (creo) estaríamos contentos de encontrar a mujeres (seres por naturaleza distintos a nosotros) que han encontrado su valor, que podemos colaborar y complementarnos, que no necesariamente compiten con nosotros, y que son un mundo por descubrir.
Y no es que hoy no se pueda felicitar a nadie, las mujeres han logrado muchas cosas en este mundo que la sociedad les ha complicado tanto, merecen monumentos por ello, y también merecen un monumento aquellas mujeres que como la mía, han batallado por regresar a su estado natural, sin competir, solo tratando de ser mejores personas, mejores mujeres, tratando de colaborar y tratando de quitarse toda esa imposición social que no las hace ni mujeres ni hombres, solo las hace infelices (y a nosotros también).
¡Felicidades a todas las luchadoras!

*Sé que muchas mujeres dirán que embarazarse es una maravilla (y lo es), pero les aseguro que un altísimo porcentaje de los hombres no envidiamos esa cualidad. Y lo he visto (son dificilísimos el embarazo, el parto y la crianza y por ello admirable la labor de las madres), me refiero a que un hombre puede ir como colibrí, picando de flor en flor y no sufrir consecuencias por ello (no digo que sea correcto, solo que es posible), las mujeres se quedan con un bebé.


**El sistema limita las opciones a su conveniencia, dejándonos pocas y haciendonos creer que por elegir entre ellas somos libres.

lunes, 25 de febrero de 2013

Experimentando

Hace tiempo que no escribía… no por falta de ideas, lo que me falta es tiempo…
Pero he recibido un correo que me ha impulsado a volver a darme unos minutos para hacerlo, Gracias Babar!
Estos últimos días la vida se me ha puesto intensa, como cuando el agua comienza a hervir, y es ese momento cuando hay que poner las cosas a cocer y para no mezclar demasiados temas, me centraré en el tema más intenso de la semana, un debate en TV sobre experimentación en animales.
Para no hacer más largo el texto, me saltaré toda la historia sobre como llegué ahí, el punto es que me fue muy mal, me trabé, no pude argumentar gran cosa, y no por no tener argumentos, tuve ayuda de gente experta como Fabiola Leyton y Arturo González, amigos interesados por los animales que saben sobre el tema, pero soy alguien que tiene que entender las cosas de fondo, a ras de tierra y al parecer no  llegué a ese punto para cuando llegué al debate, lo cual me dejó sin guardia y salí bastante mal parado.
Para aquellos que no conozcan sobre el tema, sería bueno comenzar por definir la experimentación animal: 
La experimentación en animales vivos (vivisección) es una práctica común de la ciencia para lograr diversos resultados en 5 grandes áreas:
  • ciencia básica (fisiología, nuevas terapias, genómica, proteómica, neurociencias, etc.);
  • experimentación química (toxicología),
  • experimentación médico-farmacológica (nuevos medicamentos, educación y entrenamiento quirúrgico, xenotrasplantes, etc.),
  • experimentación cosmética (toxicidad, alergias, etc.)
  • experimentación militar (radiación, venenos, armas, explosivos, etc.).

Los experimentos en que son usados los animales en escuelas (de todos los niveles) y universidades, laboratorios médicos, farmacológicos, cosméticos y militares, son fuente de controversia, por lo que implican para estos seres vivos: inseminación artificial y manipulación hormonal, intoxicación o envenenamiento por diferentes vías (dérmica, nasal, estomacal, intravenosa, etc.), diferentes procedimientos quirúrgicos más o menos invasivo, muchos de ellos realizados sin anestesia, y con ausencia de analgesia post-operatoria, quemaduras, provocación de heridas superficiales, medianas y profundas, trasplantes de órganos, inoculación y/o inducción de diferentes enfermedades, falta de libertad y sujeciones forzosas, restricciones de alimento, agua y/o descanso, aislamiento social, separación de los grupos familiares, son algunos de los procedimientos rutinarios de los laboratorios, que en mayor o menor medida, implican un gran sufrimiento psíquico o físico.
En mi investigación escuché muchos argumentos sobre la historia de la experimentación, no solo en animales, también en humanos, cosas impresionantes, casos poco conocidos, con los que ahora nos horrorizamos, cosas prohibidas, reprobadas por todos. Leí sobre los movimientos de defensa de los animales, sobre los “logros” que han obtenido y sobre las respuestas de la industria ante ello, siendo los más importantes hasta ahora, las 3 “R”, Reducción (del número de animales usados), Refinación (de los métodos utilizados) y Reemplazo (de los animales por otros modelos), cuestión que sigue considerando a los animales como seres inferiores y nos sigue otorgando el derecho a decidir por ellos y usarlos cuando nos convenga.
En el debate se me argumentó que la experimentación en animales es beneficiosa para el hombre, se afirma que sin la experimentación en los animales no contaríamos con los avances médicos que hay ahora… y es cierto. Se me increpó por ser puramente emocional, se me pidió dar más datos y para cerrar con broche de oro, al final me hicieron una pregunta: si mi hijo enfermara ¿le daría una medicina experimentada en animales?.
Comenzaré por el final… Respondí que sí, le daría la medicina, ya está hecha (no suelo usar medicinas, ni para mí, ni para él, pero llegado el caso, se la daría), << ¿entonces porque no comerte al animal si ya está muerto?>>... no tuve la experiencia para calmarme y responder como lo hace mi amigo Israel Arriola (quien fue operado de los nervios para nunca exaltarse). De haber logrado hacerlo, lo hubiera hecho con la siguiente analogía: Si las pirámides fueron construidas por esclavos y las admiramos, o si viviéramos en una ciudad construida por esclavos y aun sabiéndolo seguimos viviendo en ella, ¿significa que aprobamos la esclavitud?, ¿deberíamos destruir las pirámides y la ciudad?, que yo consumiera una medicina que ya pasó por ese proceso hace tiempo no significa que lo apruebe, pero no se puede regresar el tiempo! Es solo que ya no es necesario seguir con ello.
Para quien no sepa de historia, le cuento que los nazis experimentaron con humanos (paradójicamente prohibían la experimentación en animales), y gracias a ello se lograron muchos avances científicos (médicos, químicos, toxicológicos, médicos, farmacológicos y militares), experimentaron sobre reproducción y esterilización, sobre traumatismos, trasplantes y muchísimas cosas más. Específicamente todo lo que hasta la hoy sabemos sobre hipotermia, lo sabemos gracias a sus experimentos hechos con humanos…  entonces, por ser incorrecto ¿quemamos sus libros y aprendizajes?, ¿borramos de nuestra memoria lo descubierto y empezamos de nuevo? Hoy sabemos que no es ético experimentar en otras personas (sin su consentimiento), sea cual sea su condición (recordemos que comenzaron por experimentar en discapacitados mentales por ser “inferiores” e innecesarios).
Se me recordó que el 90% de los animales usados en experimentos son ratas, queriendo con ello minimizar lo cruel de esta práctica, apelando a la poca simpatía de la que gozan estos roedores. Pero no porque a la mayoría de las personas le gusten más los perros o los monos que las ratas esto se vuelve justificable. Ellas comparten con los perros, con los monos  y con nosotros (y con casi todos los animales), un altísmo porcentaje de su genética, ¡somos muy parecidos!, ¡y sienten!, y eso es suficiente, nadie merece ese trato (lo repetí mil veces en el debate)… se me dijo que un mal para pocos (o menos inteligentes) representa un bien para muchos (o más inteligentes)… ¡pero ese argumento justificaría los experimentos perpetrados por los científicos Nazis!
Y entiendo que mi postura les pareciera emocional, creo que hablamos de una ética diferente, el paradigma es la ética Kantiana y desde ese punto es difícil entender una ética incluyente (con los animales), son lenguajes distintos, creo que comprendo su ética porque es parte de la mía, pero la mía excede la suya. Y para todos aquellos que coinciden con esta ética en la que el hombre es el centro del universo y lo demás está para nuestro aprovechamiento, el que alguien quiera incluir a los animales, que no piensan como nosotros, que no hablan, que “no son inteligentes” está fuera de la realidad, todo acto está justificado si nos representa un beneficio a los humanos.
La ética ha evolucionado con el tiempo, primero importaba la supervivencia y bienestar propio, después los de la comunidad, después los del género masculino, después los de todas las razas, después los de ambos géneros, después los de los niños, adultos mayores, discapacitados, homosexuales (y diversas preferencias sexuales) y demás, y así poco a poco, lo que antes no pertenecía a nosotros (como grupo), ahora lo hace, y hoy todas las personas somos considerados iguales, pero no olvidemos que hace no muchos años esto no era así y solo algunos lo cuestionaban, y así hoy nosotros cuestionamos la diferencia que se hace con los animales, y sabemos que algún día serán vistos como parte de nosotros y nosotros como parte de ellos, de un mundo que compartimos y que tenemos derecho a disfrutar por igual.
Sobre los datos que me pedían, puede haber muchos, pero al final mi tema de discusión es la ética, de nada sirve rebatir que me digan que gracias a la experimentación animal existe la penicilina y demás medicamentos, y que yo responda que hay muchos ejemplos de experimentos que han resultado “exitosos” en animales y que nos han causado daños a los humanos (Ej. La Talidomida se probó por años en animales y al considerarse “aprobada”, se usó en humanos, provocando más de 12,000 niños nacidos con deformidades. Te invito a “googlear” las listas de medicamentos prohibidos por la OMS, todos ellos fueron probados en animales y después de años usándolos terminaron siendo prohibidos por causarnos daño.
Te invito también a pensar en lo que hace funcionar a la industria:
Los experimentos en animales los hacen industrias que con ello lograrán patentes, que a su vez les reportarán grandes beneficios económicos. Podríamos pensar que de cualquier modo es necesario y debemos agradecerles. Pero ¿no son las mismas medicinas las que nos curan de una cosa y nos enferman de otra? ¿No son todos los químicos en nuestros alimentos los que nos provocan estas enfermedades? ¿Has leído las etiquetas de tus alimentos? ¿Cuántas cosas tienen que ni siquiera podemos pronunciar ni sabemos de dónde vienen (y menos que causan)? ¿No te parece que nos están creando las enfermedades para después vendernos las curas? ¿Merecen entonces nuestro agradecimiento y confianza?
Decía Hipócrates (el padre de la medicina): “Que la comida sea tu alimento y el alimento tu medicina”, sobre ello, te recomiendo investigar y comer lo más sano y natural, verás que necesitas menos medicinas, que te conservas mejor y que no será necesario experimentar con más animales.
Te invito también a usar productos no probados en animales,  cosméticos y de limpieza, a dejar las cosas que te hacen daño, engaños que hacen funcionar a esta gran maquinaria que vive de nuestras enfermedades y para ello toma nuestras vidas y las de tantos animales.
Y me replanteo la última pregunta del debate: 
Si mi hijo estuviera enfermo y para tener la “posibilidad” de curarlo debiera torturar animales ¿lo haría?
¡NO!, porque tampoco aceptaría que torturaran o experimentaran en mi hijo para curar a alguien más poderoso o más inteligente.

Caricatura realizada por Arthur Johnson
3 Septiembre 1933