miércoles, 16 de marzo de 2011

Réplicas del sismo japonés en México

Se han detectado réplicas del sismo japonés en la Ciudad de México, para ser precisos: aquí y ahora...

En Japón ha habido un sismo de 9 grados Richter, con más de una decena de réplicas, además un tsunami ha barrido con pueblos enteros y dejado miles de desaparecidos. El temblor ha dejado daños en los complejos nucleares, liberando radiación y provocando un peligro inminente de fusión nuclear... El mundo espera...

Las noticias son casi todas impresionantes: revoluciones en Libia y Egipto a lo lejos, la violencia e inseguridad aquí cerquita... Apocalipsis en Japón... Esta última noticia me ha dado mucho para reflexionar, las otras noticias me parecen cosas del hombre, resultados de nuestra decadencia, pero la de Japón me habla de cosas fuera de nuestro control, de lo pequeños e indefensos que somos.

La fuerza del temblor y el tsunami me recuerda que la vida se puede acabar en un segundo, o que puede cambiar radicalmente de un momento al otro. Y en ese caso, ¿de que me serviría tanto trabajo?, tanto enfocarme en el tener y en el lograr cosas que en esos escenarios no sirve de nada, el desastre se lo lleva todo y nos deja desnudos, solos con lo que somos... lo que importa es el presente, mañana podemos no estar y entonces tanto enfocarme en el futuro no serviría de nada... No por ello hay que dejar de planear, pero creo que a veces olvido vivir y disfrutar el presente, pelear menos, amar más, trabajar menos, disfrutar más.

Últimamente ha habido una serie de tragedias que nos muestran que nadie está exento de sufrirlas. Tiembla en Haití, tsunami en Sumatra, tiembla en Chile, en Baja California y en Japón, se inunda Brasil, Tabasco, Monterrey, etc., gente rica, pobre, blancos, amarillos y negros... eso si, hay diferencia en las reacciones, los que se sientan a lamentarse y a preguntarse porqué, y los que se lamentan trabajando, volviendo a construir. En Japón les está haciendo falta agua, comida, techo... y están al borde de un peligro aún peor, el desastre nuclear... no puedo siquiera imaginarme, los instintos tan primitivos que deben aflorar para sobrevivir...

Hoy Japón, un país que admiro tanto por su orden, por su respeto, su trabajo y su organización, se ve devastado por un fenómeno natural que me hace pensar que toda nuestra inteligencia, nuestra tecnología y nuestro poder son insignificantes, relativos. Y me hace preguntarme si no estoy perdiendo mi tiempo persiguiendo cosas sin fondo...

Hace rato vi un reportaje en donde la gente buscaba restos de sus casas, donde algunos limpiaban escombros para levantar sus casas, y lo hacía en calma y en orden (dentro del caos que dejó el tsunami), vi a un empresario llorar, porque perdió sus máquinas, su empresa, todo su trabajo... y ese empresario podía ser yo, con mis máquinas, mi empresa, todo mi trabajo...





¿¿¿Y que haría yo??? ¿y que si eso pasara en México?... sería terrible, y pienso que lo único que importaría sería tener a salvo a la familia, a los seres queridos, tener comida, agua, techo. Pero ¿cómo reaccionaríamos los mexicanos?, ¿respetaríamos a los demás?, ¿al que conservó sus bienes?, ¿tomaríamos solo nuestras raciones de agua y comida?, ¿o nos aprovecharíamos si vemos la oportunidad?. ¿Seríamos ordenados?, ¿olvidaríamos las clases sociales?, ¿renaceríamos como un país nuevo?, ¿orgulloso?, ¿fuerte?, ¿triunfador?. Es muy probable que algún día pase algo así o peor, por causas naturales o por causas del hombre, y espero que ese día sepamos reaccionar bien, que triunfe la inteligencia, el ser evolucionado, el consciente.

¿Como prepararnos para ello? creo que nunca se puede uno preparar para cosas así, pero podemos vivir más en el hoy y un poco menos en el ayer y en el mañana, disfrutando las cosas verdaderamente importantes de la vida, arriesgando y tomando las oportunidades que se presentan, luchando por hacer un mundo más bonito para todos.

Puede que eso no cambie lo que tenga que pasar con el mundo, no evitará sismos, tsunamis o incendios, pero mientras eso no pase, tendremos un mundo más bonito, más justo, sin importar banderas, colores, géneros, especies o religiones. Hará que el tiempo que vivamos sea más intenso, mejor aprovechado. Y cuando pase, tendremos mejor gente, bien organizada, respetuosa, ordenada y con una mejor expectativa para reconstruir las cosas y emerger mejores que antes.

Hoy podría temblar aquí, podría matarnos el narco o pegarnos un virus incurable, pero mientras eso no pase nos queda tiempo!!! Hay que aprovecharlo! así que dejo de escribir y voy a hacer lo que tengo que hacer para ser mejor!