lunes, 16 de mayo de 2011

Y que nos roban la casa (y un pedacito de libertad)

Ayer que regresamos de viaje, un vecino me esperaba y bajando del carro me dijo que había encontrado las puertas de la reja abiertas y que él las había cerrado. Obviamente antes de salir de viaje las cerramos...

Resulta que nos robaron, se saltaron por la barda, forzaron una ventana y entraron por ahí. En el camino dañaron la carriola de mi bebé y rompieron algunos adornos. No sé en que orden, pero buscaron bajo el colchón del cuarto de la abuela (que pronto será de mi hijo), voltearon los cajones y las bolsas que ahí había buscando cosas de valor, en nuestra habitación lo mismo, todos los cajones y bajo el colchón, había una almohada sin funda, lo cual nos hizo pensar en que la quitaron para usarla de costal y meter cosas (¿¿¿¿Qué cosas????). La casa apestaba a orines, les ganaron las ganas e hicieron del baño,
 afortunadamente en el baño, hay que entenderlos: pobres, no vayan a sufrir de incontinencia más tarde. El estudio con todos los cajones abiertos y algunos rotos. La oficina de mi esposa con solo algunas puertas de closet abiertas...

Pensamos en principio que se trataba de alguien que nos conocía porque faltaban tarjetas de crédito (que mi esposa no se llevó al viaje por "seguridad"), dinero en efectivo, de la caja chica del negocio y de las monedas de $10 que ahorraba simbólicamente para los pañales de tela del bebé. Billetes y monedas del viaje a Argentina y Chile (recuerdos nadamás), mis audífonos, la Laptop de mi hermano (que me dejó para reparar) y hasta ahora no sabemos que más...

Las llaves que se cuelgan detrás de la puerta estaban todas tiradas, al parecer buscaban la que abriera la puerta de la entrada, no pudieron y la intentaron forzar. Supongo que al no poder decidieron salir por la misma ventana por la que entraron con lo que les cupiera en la bolsa... Así que dejaron atrás muchas cosas que también pudieron haberse llevado.

Cancelamos tarjetas (Santander tardó casi media hora en responder en el servicio de reporte por robo (buenos para las emergencias)) y llamamos a la patrulla. Llegaron con un cuadernito y anotaron mi nombre, mi edad, la dirección e hicieron preguntas sencillas (sin anotar nada más) y después nos contaron sobre otros asaltos y sobre lo "raro" que era este caso. Se fueron dejándonos la indicación de que no moviéramos nada hasta no ir al MP a levantar el acta para que ellos tomaran fotos e hicieran "lo pertinente".

Pusimos nuevos candados y nos fuimos al MP de Atizapán... había algunos chavos en los separos, un hombre herido y su familia y como 10 policías afuera... Todos pasados de peso, notablemente faltos de educación y estudios (pero con poder y un arma que puede quitar vidas...) me dijeron que esperara sentado a que me llamaran. Nos sentamos mientras entraban y salían personas que al parecer trabajaban ahí, se reían, hablaban con groserías y fumaban bajo el letrero de "espacio libre de humo". Me cansé de esperar y fui a preguntar dirigiéndome a la gente en los escritorios y a la mujer a quien los demás llamaban "licenciada". Me preguntó si tenía la lista de lo robado, le dije que los oficiales me dijeron que no tocara nada y que así no podía hacer inventario... me pidió que me fuera a hacer el inventario y que tratara de no mover las cosas, por si el perito tenía que ir, pero que era poco probable que se transladara a nuestro domicilio... (o sea que debíamos vivir entre el desorden que dejaron los ladrones, sin tocar ni desacomodar las cosas por si el perito nos iba a ver, cosa poco probable...)

Y así nos fuimos, como si no hubiéramos ido.

El MP es horrible, vidrios rotos, basura en el suelo de las oficinas, puertas que no cierran, falta de respeto de sus propias reglas. Y pensaba en quién querría trabajar ahí, nadie respetable a mi parecer, así que no podemos sacar nada bueno de ahí, porque el orden comienza desde casa y desde el trabajo (cosa que mi esposa me repite todos los días). ¿Qué persona decente y con aspiraciones va a querer trabajar en un lugar tan sucio y deprimente?, y si alguien lo hiciera, lo más probable es que el remolino de todo ese desorden lo terminara jalando a hacer lo mismo...

Y esa es la justicia de mi municipio y mis autoridades... ¡No las respeto, no las admiro. Ineptos, corruptos y mediocres!

Y así, como a tantos otros, nos toca recoger el desastre, reponer las pérdidas y daños, y pagar para encerrarnos un poco más dentro de nuestras pequeñas fotalezas en donde quizá podamos andar "libres" y "seguros".

Eso sí, la culpa no es solo del gobierno, es de todos los que nos quejamos desde casa y no hacemos nada. También es culpa del gobierno, pero cada pueblo tiene el gobierno que se merece, aunque aclararía que no todos en el pueblo somos iguales... lástima que sean más los iguales y los indiferentes.

viernes, 15 de abril de 2011

México está tibio

Esta nota no es sobre animales, pero comienza por una nota que me desencadenó muchos pensamientos...

Acabo de ver un caso de maltrato animal impresionante subido por mi amiga Tere. http://www.facebook.com/#!/album.php?aid=103636&id=1013163592 (Ella, sus amigas y su equipo son ángeles para los animales, si a alguien le gusta la causa, no dejen de apoyarlas.)

Ello solo me hizo pensar sobre las leyes en nuestro país, el país del “todo se puede”, del “me meto en sentido contrario porque nadie me dice nada”, del “tiro la basura porque no pasa nada”. El país de la falta de respeto… ¡Hay una gran diferencia entre “el respeto al derecho ajeno es la paz”, y que cada quien tenga derecho a hacer lo que quiera sin respetar a los demás!

Los diputados y senadores insultándose, faltando a su trabajo, durmiéndose en sesión, gastando el presupuesto en tonterías, retrasando leyes y reformas necesarias para que el país crezca. Supongo que si no permiten pasar reformas hacendarias, laborales, de educación, de salud, seguridad y demás cosas que a todos nos interesan, no puedo esperar que les preocupe proteger a la naturaleza, a los niños, a los animales… Ni hablar, es un país triste.

Pero es triste porque nosotros lo queremos, porque nos lo merecemos, no hacemos nada, permitimos que nos pisoteen, nos quejamos desde casa pero no hacemos nada, vemos por nosotros mismos o esperamos a que alguien más tome el riesgo y haga el cambio.

Se me ocurre una lista gigante de cosas que son de la incumbencia y que deberían ser del interés de todos, pero en realidad no tienen la participación de nadie, o de muy pocos, y ahí está el gran problema, si yo soy gobierno y no encuentro real oposición a las cosas que hago, pues seguiré haciendo lo mismo o más hasta donde aguanten. Y está visto que el pueblo mexicano tiene una resistencia increíble, a ser pisoteado, engañado, burlado, a tolerar más cada vez… y que también carece de memoria, todo se nos olvida, con una nueva promesa es como si nada hubiera ocurrido. Como el caso del esposo golpeador, después de la golpiza llega llorando, o con flores y mariachis, y aquella lo perdona creyendo (haciéndose tonta) que no volverá a suceder (siendo que siempre ha sido igual).

(Dice un amigo psicólogo que cuando la mujer golpeada permanece a lado del golpeador, es porque inconscientemente necesita esa violencia, para ser víctima, para ser querida, consentida después, para merecer amor (o conmiseración). Así que tal vez estemos en las mismas, tal vez de algún modo México necesita ser pisoteado.)

Sé que yo no necesito ser pisoteado y estoy en pie de guerra contra ello, con mi estrategia, con mi pequeña batalla (hasta ahora), y espero algún día lograr un cambio, si no ¿a que vine al mundo? ¿a dejarlo como lo encontré? ¿a dejar que otros lo cambien y para mal?, NO!

También veo otras personas de pie, algunas agrupadas (y muchas veces unas contra otras), pero muchas (como yo), en batallas solitarias, como me dice Pao, siempre nadando contra la corriente, pero si la corriente nos está llevando a la destrucción, debo actuar, deberíamos hacerlo todos, pero inexplicablemente no sucede. La mayoría prefiere su zona de confort, de “seguridad”, de poco riesgo. Así que no pasamos de ser GENTE TIBIA y de eso está hecho el país, un país tibio, con posibilidades y recursos para ser un país grande, pero entrampado en su “política”, en la mediocridad de su gente, en el silencio de los oprimidos.

Sueño con que algún día México despierte y los mexicanos actuemos, somos millones y con todas esas manos organizadas podríamos lograr maravillas, erradicar la pobreza (de los que así lo quieran), tener una verdadera educación, salud, seguridad, etc. ser un país feliz.

Estamos secuestrados por nuestros políticos, nos tienen con un pie en el cuello y mientras más pasa el tiempo más nos parecemos al elefante al que de pequeño encadenaron a una estaca, que en ese momento era más fuerte que él, y que cuando creció (aunque podía romper la cadena fácilmente) no se liberó porque ahora la prisión era mental… Así que esto se está grabando en el código genético mexicano… mi México.

Creo que este escrito no llegará lejos, lo hago al final por desahogarme, por ese sueño de que muchos responderán e idearemos una manera de cambiar las cosas, pero lo más que hará es obtener unos “me gusta” en el Facebook, 2 o 3 comentarios de gente que acuerda (y que con suerte libra su batalla en pos de la mejora de algún problema), probablemente la gente de siempre (a quien infinitamente agradezco), pero siempre soñaré con ese despertar.

No se trata de colgarse las cananas y el fusil para salir corriendo a hacer la revolución, sería suficiente con que uno mismo mejorara su persona, su casa y su familia y ayudara en serio con algún problema: el agua, la deforestación, la educación, la calidad, la protección a los niños, la naturaleza y los animales, la tercera edad, la discapacidad, la seguridad, la sobrepoblación, la salud, el deporte, la información, la economía, etc. etc., problemas sobran, gente también, solo falta ocupar a toda esa gente de todos esos problemas, sería para mí un motivo de vergüenza el no hacer nada, mi vida sería inútil… y conozco tantas vidas inútiles…

Aparte de hacer, hay que contagiar, porque esto debe expandirse para que funcione…

¿Nadie tiene ideas? ¿O lo que escribo siempre es muy tonto?

Quizás soy solo un soñador y no aterrizo, porque en verdad lo creo posible.

Tal vez algún comentario me haga despertar a la realidad... o quizá esta nota despierte a alguien a este sueño y luchemos juntos.

miércoles, 16 de marzo de 2011

Réplicas del sismo japonés en México

Se han detectado réplicas del sismo japonés en la Ciudad de México, para ser precisos: aquí y ahora...

En Japón ha habido un sismo de 9 grados Richter, con más de una decena de réplicas, además un tsunami ha barrido con pueblos enteros y dejado miles de desaparecidos. El temblor ha dejado daños en los complejos nucleares, liberando radiación y provocando un peligro inminente de fusión nuclear... El mundo espera...

Las noticias son casi todas impresionantes: revoluciones en Libia y Egipto a lo lejos, la violencia e inseguridad aquí cerquita... Apocalipsis en Japón... Esta última noticia me ha dado mucho para reflexionar, las otras noticias me parecen cosas del hombre, resultados de nuestra decadencia, pero la de Japón me habla de cosas fuera de nuestro control, de lo pequeños e indefensos que somos.

La fuerza del temblor y el tsunami me recuerda que la vida se puede acabar en un segundo, o que puede cambiar radicalmente de un momento al otro. Y en ese caso, ¿de que me serviría tanto trabajo?, tanto enfocarme en el tener y en el lograr cosas que en esos escenarios no sirve de nada, el desastre se lo lleva todo y nos deja desnudos, solos con lo que somos... lo que importa es el presente, mañana podemos no estar y entonces tanto enfocarme en el futuro no serviría de nada... No por ello hay que dejar de planear, pero creo que a veces olvido vivir y disfrutar el presente, pelear menos, amar más, trabajar menos, disfrutar más.

Últimamente ha habido una serie de tragedias que nos muestran que nadie está exento de sufrirlas. Tiembla en Haití, tsunami en Sumatra, tiembla en Chile, en Baja California y en Japón, se inunda Brasil, Tabasco, Monterrey, etc., gente rica, pobre, blancos, amarillos y negros... eso si, hay diferencia en las reacciones, los que se sientan a lamentarse y a preguntarse porqué, y los que se lamentan trabajando, volviendo a construir. En Japón les está haciendo falta agua, comida, techo... y están al borde de un peligro aún peor, el desastre nuclear... no puedo siquiera imaginarme, los instintos tan primitivos que deben aflorar para sobrevivir...

Hoy Japón, un país que admiro tanto por su orden, por su respeto, su trabajo y su organización, se ve devastado por un fenómeno natural que me hace pensar que toda nuestra inteligencia, nuestra tecnología y nuestro poder son insignificantes, relativos. Y me hace preguntarme si no estoy perdiendo mi tiempo persiguiendo cosas sin fondo...

Hace rato vi un reportaje en donde la gente buscaba restos de sus casas, donde algunos limpiaban escombros para levantar sus casas, y lo hacía en calma y en orden (dentro del caos que dejó el tsunami), vi a un empresario llorar, porque perdió sus máquinas, su empresa, todo su trabajo... y ese empresario podía ser yo, con mis máquinas, mi empresa, todo mi trabajo...





¿¿¿Y que haría yo??? ¿y que si eso pasara en México?... sería terrible, y pienso que lo único que importaría sería tener a salvo a la familia, a los seres queridos, tener comida, agua, techo. Pero ¿cómo reaccionaríamos los mexicanos?, ¿respetaríamos a los demás?, ¿al que conservó sus bienes?, ¿tomaríamos solo nuestras raciones de agua y comida?, ¿o nos aprovecharíamos si vemos la oportunidad?. ¿Seríamos ordenados?, ¿olvidaríamos las clases sociales?, ¿renaceríamos como un país nuevo?, ¿orgulloso?, ¿fuerte?, ¿triunfador?. Es muy probable que algún día pase algo así o peor, por causas naturales o por causas del hombre, y espero que ese día sepamos reaccionar bien, que triunfe la inteligencia, el ser evolucionado, el consciente.

¿Como prepararnos para ello? creo que nunca se puede uno preparar para cosas así, pero podemos vivir más en el hoy y un poco menos en el ayer y en el mañana, disfrutando las cosas verdaderamente importantes de la vida, arriesgando y tomando las oportunidades que se presentan, luchando por hacer un mundo más bonito para todos.

Puede que eso no cambie lo que tenga que pasar con el mundo, no evitará sismos, tsunamis o incendios, pero mientras eso no pase, tendremos un mundo más bonito, más justo, sin importar banderas, colores, géneros, especies o religiones. Hará que el tiempo que vivamos sea más intenso, mejor aprovechado. Y cuando pase, tendremos mejor gente, bien organizada, respetuosa, ordenada y con una mejor expectativa para reconstruir las cosas y emerger mejores que antes.

Hoy podría temblar aquí, podría matarnos el narco o pegarnos un virus incurable, pero mientras eso no pase nos queda tiempo!!! Hay que aprovecharlo! así que dejo de escribir y voy a hacer lo que tengo que hacer para ser mejor!

martes, 22 de febrero de 2011

¿Servimos para algo?

El mundo es un caos... ver noticias en la tele, en el periódico o en internet es suficiente para darse cuenta. Pareciera como dice la canción de "mono blanco" (después covereada por Molotov) que el mundo se va a acabar. Quizá es algo natural que todas las generaciones pensemos lo mismo, por Nostradamus, por la 3a guerra mundial (hace unos años todos temíamos que EUA o la URSS apretaran el botón rojo y el mundo se acabara), las profecías mayas o el Apocalipsis...

Ahora me parece que se puede acabar por muchas cuestiones, la falta de agua, el calentamiento global, la pobreza que se expande, etc., pero se acabe o no, es un hecho indiscutible que como especie estamos en decadencia, las protestas en el mundo son cada vez más violentas, sin distición de países, cada vez somos más y cada vez hay menos, quizá el mundo aguante un rato, pero el panorama no es muy esperanzador.

Haciendo un zoom hacia el mundo más palpable, hay muchas cosas que están mal, la inseguridad, la violencia, la contaminación, la falta de trabajo, la mala calidad de nuestro sistema educativo, etc., pero a pesar de ser tantos, ¿cuántos hacemos algo por cambiarlo?

En mi visión personal el cambio es posible, no es fácil, pero la posibilidad amerita el sacrificio. Ahora que espero a un bebé pienso que no puedo darle el ejemplo de quejarme de lo que está mal y no hacer nada. Pienso en todo lo que cambiaríamos si todos hiciéramos algo... hay muchas cosas que mejorar, muchas causas que defender por el bien de todos. Había una canción de Plaza Sésamo que decía "y si cada niño hiciera igual..." que se aplicaba por ejemplo, a que si cada niño tirara basura el mundo sería un basurero, pero igual se puede aplicar para lo bueno, si cada uno de nosotros actuáramos para mejorar algo, el mundo sería hermoso.

Me sorprende conocer a tanta gente y ver tan poca acción, entiendo que es la costumbre quejarnos, y que no es fácil levantarse y tomar acción (no puedo por mi trabajo, mis hijos, mi familia, etc.), da miedo ser señalado como grillero, alborotador, soñador, punk o hippie, pero hay muchas formas de ayudar, a veces donando, dinero o tiempo, a veces haciendo presencia y otras actuando directamente. No hay pretexto válido para no hacer nada, hay gente con alguna limitación (física, intelectual, económica, etc.) que actúa, así que tendría que ser un deber moral para todos el hacer algo por los que no pueden defenderse, sean adultos mayores, personas con discapacidad, niños, mujeres, indígenas, bosques, animales, etc., hay infinidad de cosas que podríamos mejorar!

Cualquier persona que lea esto (y quien no lo haga también) seguramente se queja de algo, talvez hasta tiene alguna idea para mejorarlo, pero no es suficiente con tenerla, tampoco el comunicarla es la solución, hay que ver que se lleve a cabo, por uno mismo, por nuestra familia, por nuestro país y por nuestro mundo.

Si el día que muera, alguna de las causas que defendí activamente tiene una solución positiva, me iré con la enorme satisfacción de que dejé el mundo mejor de como lo encontré, porque a eso vine al mundo, a cambiarlo, porque para eso tengo inteligencia, para trascender, para evolucionar en una especie que mejore, que crezca y que sea sustentable, dejando atrás la depredación, la decadencia que incuestionablemente es el presente y el destino que se materializará si no cambiamos.

Paolo, hijo: si algún día lees esto, espero ser un ejemplo para ti, que sepas que tu papá lucha (y ojalá siga luchando para ese entonces) por lo que cree, por defender a quien no puede defenderse y que no por ello dejé de vivir, de ser feliz. Servir no es un sacrificio, a eso venimos y espero que lo hagas, en la causa que quieras, hay muchas, las probabilidades parecen indicar que en tu tiempo seguramente habrá más problemas que ahora. No desistas, siempre habrá gente que quiera ayudar, gente que esté dispuesta a servir, que no venga al mundo solo a vivir y a pasar la vida sin dejar verdadera huella. Júntate con buena gente, sé quien eres sin vergüenza, al final, lo valioso es servir, ser útil a los demás, al mundo si es posible. ¿Trascender por el hecho de tener hijos? eso lo hacen también los perros, las gallinas y las lombrices (y no por ello trascienden), y no es que sean menos importantes, pero tienes más capacidad que eso y espero que la desarrolles. ¡SIRVE para algo! (dice un dicho que si no sirves para algo, no sirves para nada).

Si alguien más lee esto: ¿eres de los que actúan?, ¿o de los que aplaude desde su lugar a los que actúan?, ¿o de los que los critica y no hace nada?, ojalá que estemos entre los que de verdad le sirven al mundo.

lunes, 7 de febrero de 2011

Y que me encuero en Bellas Artes

Ayer fue el día en que por fin pude asistir a "la piel del toro"...

Fue una experiencia interesantísima!, primero quitarse la ropa frente a los demás, que a su vez se encueraban... a nadie le importaba al parecer, o todos fingían, como yo, que uno no tiene problemas con quitarse la ropa y que está conforme con su cuerpo ( :S ). Al final pienso que todos nos la creímos y que a ninguno nos importó en realidad, !éramos tantos!, como 300 en calzones. Como siempre, había mirones, pero tal como en un banco de peces, uno se siente seguro.

Ya en Bellas artes, el piso era duro como para estar una hora tirados sin cambiar de posición, el aire frío, la "sangre" secándose y pegándote al piso, las piernas y los brazos comenzaban a dormirse... Mientras más dolía, más me imaginaba en la piel del toro, pensaba que eso no era nada comparado, yo estaba sano, podía irme cuando quisiera, no estaba realmente herido por las banderillas, ni por la puya y aunque había gente, incluyendo morbosos tomando fotos, nada comparado a la plaza.

Me conmovía imaginar los sonidos de la "fiesta", aplausos, gritos, olés, festejando la tortura, el sufrimiento del toro. En verdad dolían las piernas, pero no debía moverme, imagino que todos sentíamos dolor, pero como el evento era en silencio y con los ojos cerrados, no podíamos compartir nada, pensaba que tal vez era yo el único bruto que adoptó una mala posición, pero en piso de mármol, como que no había muchas opciones...

De nuevo trataba de concentrarme y de pensar que estaba haciendo algo bueno, que los toros lo merecen, que mi dolor era insignificante... y de nuevo mi mente a la plaza, la gente enardecida gritando, festejando mi dolor (o el arte dicen ellos), insensibles ante mi sufrimiento, soy invisible, la gente es la fiesta, el olé, el bailarín de traje brillante. Y quería llorar!, puedo entender la muerte, nadie la quiere, pero es natural. Pero ¿entender que alguien disfrute con ella?, solo me parece de gente con menos conciencia, menos evolucionada (hablo exclusivamente de este aspecto de sensibilidad y respeto a la vida). Nadie merece sufrir así!

Y pasó la hora y nos levantamos lentamente para no sentir mareos ni caer desmayados, por aquello de la presión, nada que ver con dolores ni incomodidad insoportables, no fue tan grave!. Todos parecíamos adoloridos y felices de haberlo logrado, de haber soportado sin movernos, de podernos ir a casa. Aplaudimos celebrando el acto y agradeciendo a todos los presentes y participantes, un momento muy bonito!.

Admiro a todos los que se atrevieron, más a las mujeres que suelen ser más vanidosas y preocupadas por su apariencia, por su pudor, vulnerables ante las miradas de los que solo veían una pasarela de carnes. Se quitaron la ropa y estuvimos juntos por segundos en la piel del toro:

Desnudos, observados, vistos con risa y burla, incómodos, vulnerables, adoloridos... afortunadamente no nos lastimaron ni nos mataron. Nadie festejó nuestro dolor.

Lo siento por todos los toros que viven un martirio real. Los invito a acompañarnos el próximo año (aún si no tienes una opinión tan clara en cuanto a "la fiesta", esto puede aclararte las cosas). Mientras más lo hagamos más fuerte será nuestra voz y nuestra exigencia para que esto termine. Decía Luther King: "Nuestra generación no se habrá lamentado tanto de los crímenes de los perversos, como del estremecedor silencio de los bondadosos.", espero que no sean silenciosamente bondadosos. Además es una experiencia lindísima de comunión, el quitarte la ropa junto a los demás de verdad te libera! y es por una buena causa!

lunes, 24 de enero de 2011

He abierto la caja de Pandora (al menos la parte de los bebés)

Resulta que hasta antes de saber que voy a ser papá, los bebés y los niños eran para mí como parte de la escenografía, existían, convivía con algunos y bueno, hace poco me estrené como tío y he convivido con mi sobrino (Mauro), pero ahora me doy cuenta de que no lo analicé suficiente.



El fin de semana pasado se nos ocurrió ir a un centro comercial… aparte de que no soy fan de esos lugares, estaba particularmente lleno por temporada de ofertas, colas por todos lados, así que me engenté rápidamente. Supongo que la crisis terminó por completo.



Entramos a una tienda de bebés y descubrí ante mis ojos un mundo nuevo, inimaginado. Acaso pude haber previsto las carriolas, mamelucos y sonajas, pero existe una infinidad de cosas para bebés: Carriolas de muchas marcas, tipos, diseños y funciones, mordederas (como perros), esterilizadores (deberían vender esterilizadores para perros también (para esterilizarlos)), mamilas con cuanta cosa y tecnología anti-cólicos y reflujo, chupones, vasitos, juguetitos, muebles (cunas, camas, cambiadores, sillones, mecedoras, almohadas especiales, etc.), ropa para bebés y para mamás, asientos para el carro, para la mesa, para la cama, asientos para el asiento, tinas para bañarlos, porta toallitas, cremitas, pomadas, trapitos para mil cosas, etc… no pasaron muchos segundos para que mi mente se saturara y la información dejara de entrar. Ni hablar de los precios!, me guardé en mi-mismo y pasé el resto del día caminando siguiendo a Pao a donde quisiera entrar, esperando regresar pronto a la casa para auxiliarme de “la caja idiota” para dejar de estar.



Al día siguiente fuimos a una fiesta infantil de la hija de una prima (o sea: mi sobrina Tamara). Hace años que no asistía a una de esas y cuando lo hice, los niños eran compañeros de juego (cuando era pequeño) y extras (muy ruidosos) en la escena (cuando crecí un poco más). Así que con esta nueva modalidad de “próximo papá” de nuevo descubrí cosas, esto de tener un hij@ me va llenando (y desbordando) de información. Resulta que algún día cumplirá años y habrá que hacerle fiesta (o que irá a fiestas de otros niños, acompañad@ por sus papás (lo cual me incluye)), y que serán niños independientes, y que se caen y lloran, había un montón de niños que se caían, es como si la gravedad fuera más fuerte para ellos. No todos reaccionaban igual, quizá como parte de su carácter, o como parte de la educación en casa, de la forma de reaccionar de sus papás ante las caídas, y ante todo, así que pensé en que somos resultado de muchas cosas para llegar a ser quienes somos, como padre tendré que fijarme mucho, para criar a una persona de bien, un niño o niña que no sea molesto, invasor, ni bullie ni dejado. Tantos valores que hay que transmitirles, pero con el ejemplo, así que tendría que nacer de nuevo, o vamos a tener que trabajar mucho para pasarle lo mejor de nosotros… Solo quiero un niño sano que pueda ser feliz!



Para terminar con el fin de semana del despertar al mundo paternal, fuimos a casa de unos vecinos a conocer a su bebé recién nacida… era una cosa pequeñísima, arrugada, no puedo decir que tierna y no porque no lo fuera, quizás estoy espantado, pero no tengo idea de que voy a hacer.



Sé que en el transcurso de estos meses adoptaré por completo la idea de ser papá, que me empaparé de este nuevo mundo y que veré las cosas diferentes. Sé que cuando nazca mi hij@ voy a estar feliz, que l@ veré tiern@, que l@ amaré con todo mi corazón y que seré el mejor papá que pueda ser. Espero con los meses que faltan, perder el miedo a los bebés, poderlos cargar sin que me duelan los brazos por la tensión (claro que nunca será lo mismo cargar un bebé ajeno, si se me cae el mío, pues es mío, pero el ajeno, como que no les va a gustar a sus papás). Veremos qué pasa. El próximo paso es revisar que todo venga bien y después enterarnos del sexo… ¿Qué creen que nos vendría mejor, niño o niña?