martes, 22 de febrero de 2011

¿Servimos para algo?

El mundo es un caos... ver noticias en la tele, en el periódico o en internet es suficiente para darse cuenta. Pareciera como dice la canción de "mono blanco" (después covereada por Molotov) que el mundo se va a acabar. Quizá es algo natural que todas las generaciones pensemos lo mismo, por Nostradamus, por la 3a guerra mundial (hace unos años todos temíamos que EUA o la URSS apretaran el botón rojo y el mundo se acabara), las profecías mayas o el Apocalipsis...

Ahora me parece que se puede acabar por muchas cuestiones, la falta de agua, el calentamiento global, la pobreza que se expande, etc., pero se acabe o no, es un hecho indiscutible que como especie estamos en decadencia, las protestas en el mundo son cada vez más violentas, sin distición de países, cada vez somos más y cada vez hay menos, quizá el mundo aguante un rato, pero el panorama no es muy esperanzador.

Haciendo un zoom hacia el mundo más palpable, hay muchas cosas que están mal, la inseguridad, la violencia, la contaminación, la falta de trabajo, la mala calidad de nuestro sistema educativo, etc., pero a pesar de ser tantos, ¿cuántos hacemos algo por cambiarlo?

En mi visión personal el cambio es posible, no es fácil, pero la posibilidad amerita el sacrificio. Ahora que espero a un bebé pienso que no puedo darle el ejemplo de quejarme de lo que está mal y no hacer nada. Pienso en todo lo que cambiaríamos si todos hiciéramos algo... hay muchas cosas que mejorar, muchas causas que defender por el bien de todos. Había una canción de Plaza Sésamo que decía "y si cada niño hiciera igual..." que se aplicaba por ejemplo, a que si cada niño tirara basura el mundo sería un basurero, pero igual se puede aplicar para lo bueno, si cada uno de nosotros actuáramos para mejorar algo, el mundo sería hermoso.

Me sorprende conocer a tanta gente y ver tan poca acción, entiendo que es la costumbre quejarnos, y que no es fácil levantarse y tomar acción (no puedo por mi trabajo, mis hijos, mi familia, etc.), da miedo ser señalado como grillero, alborotador, soñador, punk o hippie, pero hay muchas formas de ayudar, a veces donando, dinero o tiempo, a veces haciendo presencia y otras actuando directamente. No hay pretexto válido para no hacer nada, hay gente con alguna limitación (física, intelectual, económica, etc.) que actúa, así que tendría que ser un deber moral para todos el hacer algo por los que no pueden defenderse, sean adultos mayores, personas con discapacidad, niños, mujeres, indígenas, bosques, animales, etc., hay infinidad de cosas que podríamos mejorar!

Cualquier persona que lea esto (y quien no lo haga también) seguramente se queja de algo, talvez hasta tiene alguna idea para mejorarlo, pero no es suficiente con tenerla, tampoco el comunicarla es la solución, hay que ver que se lleve a cabo, por uno mismo, por nuestra familia, por nuestro país y por nuestro mundo.

Si el día que muera, alguna de las causas que defendí activamente tiene una solución positiva, me iré con la enorme satisfacción de que dejé el mundo mejor de como lo encontré, porque a eso vine al mundo, a cambiarlo, porque para eso tengo inteligencia, para trascender, para evolucionar en una especie que mejore, que crezca y que sea sustentable, dejando atrás la depredación, la decadencia que incuestionablemente es el presente y el destino que se materializará si no cambiamos.

Paolo, hijo: si algún día lees esto, espero ser un ejemplo para ti, que sepas que tu papá lucha (y ojalá siga luchando para ese entonces) por lo que cree, por defender a quien no puede defenderse y que no por ello dejé de vivir, de ser feliz. Servir no es un sacrificio, a eso venimos y espero que lo hagas, en la causa que quieras, hay muchas, las probabilidades parecen indicar que en tu tiempo seguramente habrá más problemas que ahora. No desistas, siempre habrá gente que quiera ayudar, gente que esté dispuesta a servir, que no venga al mundo solo a vivir y a pasar la vida sin dejar verdadera huella. Júntate con buena gente, sé quien eres sin vergüenza, al final, lo valioso es servir, ser útil a los demás, al mundo si es posible. ¿Trascender por el hecho de tener hijos? eso lo hacen también los perros, las gallinas y las lombrices (y no por ello trascienden), y no es que sean menos importantes, pero tienes más capacidad que eso y espero que la desarrolles. ¡SIRVE para algo! (dice un dicho que si no sirves para algo, no sirves para nada).

Si alguien más lee esto: ¿eres de los que actúan?, ¿o de los que aplaude desde su lugar a los que actúan?, ¿o de los que los critica y no hace nada?, ojalá que estemos entre los que de verdad le sirven al mundo.

lunes, 7 de febrero de 2011

Y que me encuero en Bellas Artes

Ayer fue el día en que por fin pude asistir a "la piel del toro"...

Fue una experiencia interesantísima!, primero quitarse la ropa frente a los demás, que a su vez se encueraban... a nadie le importaba al parecer, o todos fingían, como yo, que uno no tiene problemas con quitarse la ropa y que está conforme con su cuerpo ( :S ). Al final pienso que todos nos la creímos y que a ninguno nos importó en realidad, !éramos tantos!, como 300 en calzones. Como siempre, había mirones, pero tal como en un banco de peces, uno se siente seguro.

Ya en Bellas artes, el piso era duro como para estar una hora tirados sin cambiar de posición, el aire frío, la "sangre" secándose y pegándote al piso, las piernas y los brazos comenzaban a dormirse... Mientras más dolía, más me imaginaba en la piel del toro, pensaba que eso no era nada comparado, yo estaba sano, podía irme cuando quisiera, no estaba realmente herido por las banderillas, ni por la puya y aunque había gente, incluyendo morbosos tomando fotos, nada comparado a la plaza.

Me conmovía imaginar los sonidos de la "fiesta", aplausos, gritos, olés, festejando la tortura, el sufrimiento del toro. En verdad dolían las piernas, pero no debía moverme, imagino que todos sentíamos dolor, pero como el evento era en silencio y con los ojos cerrados, no podíamos compartir nada, pensaba que tal vez era yo el único bruto que adoptó una mala posición, pero en piso de mármol, como que no había muchas opciones...

De nuevo trataba de concentrarme y de pensar que estaba haciendo algo bueno, que los toros lo merecen, que mi dolor era insignificante... y de nuevo mi mente a la plaza, la gente enardecida gritando, festejando mi dolor (o el arte dicen ellos), insensibles ante mi sufrimiento, soy invisible, la gente es la fiesta, el olé, el bailarín de traje brillante. Y quería llorar!, puedo entender la muerte, nadie la quiere, pero es natural. Pero ¿entender que alguien disfrute con ella?, solo me parece de gente con menos conciencia, menos evolucionada (hablo exclusivamente de este aspecto de sensibilidad y respeto a la vida). Nadie merece sufrir así!

Y pasó la hora y nos levantamos lentamente para no sentir mareos ni caer desmayados, por aquello de la presión, nada que ver con dolores ni incomodidad insoportables, no fue tan grave!. Todos parecíamos adoloridos y felices de haberlo logrado, de haber soportado sin movernos, de podernos ir a casa. Aplaudimos celebrando el acto y agradeciendo a todos los presentes y participantes, un momento muy bonito!.

Admiro a todos los que se atrevieron, más a las mujeres que suelen ser más vanidosas y preocupadas por su apariencia, por su pudor, vulnerables ante las miradas de los que solo veían una pasarela de carnes. Se quitaron la ropa y estuvimos juntos por segundos en la piel del toro:

Desnudos, observados, vistos con risa y burla, incómodos, vulnerables, adoloridos... afortunadamente no nos lastimaron ni nos mataron. Nadie festejó nuestro dolor.

Lo siento por todos los toros que viven un martirio real. Los invito a acompañarnos el próximo año (aún si no tienes una opinión tan clara en cuanto a "la fiesta", esto puede aclararte las cosas). Mientras más lo hagamos más fuerte será nuestra voz y nuestra exigencia para que esto termine. Decía Luther King: "Nuestra generación no se habrá lamentado tanto de los crímenes de los perversos, como del estremecedor silencio de los bondadosos.", espero que no sean silenciosamente bondadosos. Además es una experiencia lindísima de comunión, el quitarte la ropa junto a los demás de verdad te libera! y es por una buena causa!